Autos antiguos que fueron reyes en una subasta

Los autos clásicos antiguos son muy diferentes entre sí, cada uno tiene su propio encanto y levanta pasiones entre los aficionados. Pero todos tienen algo en común: son extremadamente caros. Un lujo es un lujo, y se paga muy bien para conducir una de estas joyas del automovilismo.

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Rolls-Royce 40/50 HP Phantom II Continental

Diseñado y desarrollado especialmente para el Maharaja de Rajkot, el 1934 de Rolls-Royce 40/50 HP Phantom II Continental "All-Weather Convertible" es uno de los más aclamados. Comprado en un precio de oferta de 850 mil dólares, pasó a la historia como la "Estrella de la India”.

Por la tibieza de 4,07 millones fue subastado el 1937 Alfa Romeo 8C 2900, uno de los coches de carreras más finos de la época. Uno de los más bellos y rápidos de su tiempo, el resultado de la subasta de Pebble Beach fue donado a la noble causa de la lucha contra el cáncer.

Considerado uno de los autos deportivos de competencia más icónicos y lujosos de la historia, y famoso por su impresionante diseño, un Ferrari 250 GTO se subastó en la Casa Sotheby 's por la nada menos que 10,7 millones de dólares. Para garantizar la exclusividad de este súper deportivo apenas vieron la luz 36 modelos.

Ferrari 250 GTO

Aclamado como uno de los autos clásicos más caros, el 1954-1955 Mercedes-Benz W196 atrajo la atención mundial con sus 9 de 12 victorias en el Gran Premio de Francia 1954 y 1955. En su tiempo denominado el rey de la Fórmula 1, este señor de las pistas fue de los primeros en alcanzar una velocidad máxima de 300 km / h. un ejemplar de este modelo fue subastado a un industrial francés por “solo” 24 millones.

Poca cosa si tenemos en cuenta que el Tipo 57SC Atlantic, diseñado y desarrollado en 1936 por Bugatti, fue sin miedo subastado y vendido por RM Auctions en 40 millones de dólares. Conocido por ser el primer súper deportivo que se haya construido, y en varias ocasiones considerado como el rey de los autos clásicos, fue diseñado personalmente por Jean Bugatti.

Estos grandes del automovilismo no solo hicieron historia y mueven montañas entre los amantes de los circuitos, sino que además constituyen valiosas piezas museables.