Monday, August 15, 2016

Increíbles historias de autos clásicos abandonados


Por diversas razones, se han convertido en mito las historias de autos clásicos abandonados a su suerte en garajes, cobertizos y graneros de antiguos dueños y coleccionistas. La mayoría de estos misterios no han podido develarse, pero mucho se ha ganado para la historia del automóvil al devolver el esplendor a estas genuinas obras de arte.
Seguramente, las fantásticas historias de estos tesoros ocultos dejarán boquiabiertos a más de uno.
Ferrari 250 GTO
Ferrari ¡enterrado! Parece de película: en 1978 un grupo de niños jugaba en el patio de su casa en Los Ángeles, Estados Unidos, cuando encontraron el techo de un automóvil. La policía intervino y la sorpresa inundó el vecindario: se trataba nada más y nada menos que de un Ferrari 250 GTO.
Luego de varias décadas de investigación, se descubrió que su propio dueño, el acaudalado Rosendo Cruz, ordenó a sus hombres que tiraran el auto al mar con todo su esplendor, para darle un golpe al seguro y ganar el dinero de la póliza. Ante la belleza de la pieza, los secuaces de Cruz lo enterraron en lugar de hundirlo. El automóvil, que fue un regalo de Cruz para su esposa, permaneció bajo tierra desde diciembre de 1974.
Un regalo abandonado. Uno de los multimillonarios más controvertidos del mundo fue el griego Aristóteles Onassis. Un día, este señor decidió regalar un Lamborghini Miura S 1969 a Stamatis Kokotas simplemente por qué lo apreciaba como artista.
Sin embargo, Kokotas abandonó el auto desde 1972 en el estacionamiento de un hotel en Atenas, después de una falla en el motor. No fue hasta los Juegos Olímpicos efectuados en esta ciudad en 2004, que se percataron de la joya abandonada a merced del tiempo. El Lamborghini Miura S fue finalmente subastado.
Shelby Cobra Daytona Coupé
Vencedor de Le Mans en un granero. En la década de 1960, el Shelby Cobra Daytona Coupé de la Ford se convirtió en un ícono de las pistas pues solamente se construyeron 6 y todos estaban destinados a las competencias. Tras dominar los circuitos europeos, uno de los 6 Cobra se dio por perdido, restando entonces apenas cinco unidades registradas y conocidas.
En 2001, después de la muerte de Donna O’Hara, se hizo público que era la heredera del sexto ejemplar del Cobra Daytona Coupé, vendido por el propio Shelby al padre de Donna en la década del 70. Irónicamente, la muerte de Donna resucitó al clásico americano, escondido en el granero y que hoy está valuado en más de 4 millones de dólares.
El mayor descubrimiento en la actualidad. El gran tesoro está compuesto por nada menos que 60 automóviles rarísimos, intactos desde hace 50 años. La colección perteneció a Roger Baillon, un magnate francés de la industria transportista en la década del 60.
Muchos después de su muerte, Roger Baillon volvió a ser noticia en 2014, cuando una familia que había comprado la granja descubrió los autos clásicos y reveló al mundo una de las colecciones más sorprendentes jamás vistas.
Entre los modelos abandonados se encontró un ejemplar extremadamente raro del Ferrari 250 GT SWB California Spyder, que curiosamente había pertenecido a Alain Delon.

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