Autos clásicos: una mina de oro

Joyas, metales, inmuebles, la bolsa o la pintura pueden ser opciones claras para invertir y sacar buenas ganancias. Sin embargo, por encima de varios de estos negocios, se ha puesto de moda el coleccionismo de los autos clásicos, actividad que hoy es más rentable que muchas otras.
Un coche clásico antiguo puede llegar a cuadruplicar su valor en diez años y se revalúa más que las propias obras de arte, monedas o estampillas.
Estudios realizados al respecto, determinaron que las marcas más rentables son Ferrari y Porsche, especialmente los vehículos producidos en las décadas del 50 y 60. Estas posibilidades de duplicar o hasta cuadruplicar la inversión inicial, lo hacen un negocio seguro.

En 2015, por ejemplo, el auto por el que más se pagó fue un Ferrari 290 MM, unidad que perteneciera al famosísimo piloto de carreras Juan Manuel Fangio y que fue fabricada en su honor luego de obtener el campeonato de Fórmula 1, en 1965. Un comprador anónimo abonó 28 millones de dólares.
Y sin ir más lejos, por otro Ferrari en 2014 se pagaron 38,1 millones de dólares. En este caso, fue un 250 GTO Berlinetta, de 1962. En su momento, la casa encargada de la subasta la calificó como “el Santo Grial para los coleccionistas del mundo entero”. No es para menos.
Con estos truenos, ¿quién se acuerda de oro?