Nada
de actores de Hollywood o músicos famosos, estos tres personajes del crimen
organizado han pasado a la historia como leyendas. Aquí, un repaso a los autos
clásicos que fueron usados por tres de los gánsteres más recordados hasta el día
de hoy.
En
primer lugar el que probablemente sea el personaje más conocido de toda la
historia. Alphonse Gabriel Capone, más conocido como Al Capone, fue el máximo representante de la mafia italiana de
Chicago, Estados Unidos, en las décadas de 1920 y 1930.
Este
singular “líder” adoraba los modelos de la firma Cadillac, sobre todo su Town Sedan del año 1928. Tal vez por
sus potentes propiedades: motor V8 de 110 CV, una carrocería blindada de acero
y lunas con 2,5 cm de espesor. Ideal para moverse a toda velocidad sin perder
el estilo. Prácticamente, un auto a gusto del gánster.
Bonnie
Parker y Clyde Barrow, o simplemente los famosísimos Bonnie y Clyde, a pesar de haber sido criminales, son recordados
como uno de los dúos más geniales de la historia, ya que no solo fueron compañeros,
también pareja.
En
parte de sus fechorías utilizaron un Ford
Model 18 V-8 de 1932, y hasta enviaron una carta al propietario de la marca
Henry Ford, agradeciéndole por las competencias de este auto que, para la época,
alcanzaba una alta velocidad de 130 km/h. Todo lo que necesitaban para salir
ilesos.
Y
para cerrar esta lista, está Frank Lucas,
conocido por difundir la droga “Blue Magic” (heroína de alta pureza). Con este
“producto” se convirtió en el rey de Harlem, Nueva York, a finales de la década
de 1960 e inicio de los años siguientes.
Este
hombre llegó a tener más autos clásicos de los que pueden contarse con dos
manos, pero hubo uno especial. Se trata de un Chevrolet Monte Carlo de 1972, al que bautizó como “Nellybelle”.
Lucas usaba este auto para espiar, ya que no levantaba sospecha ni en sus
compradores, clientes o en la policía debido a su estado deplorable de
conservación.
No comments:
Post a Comment