El nombre Ferrari por sí solo lo dice todo. Lo mejor, es que esta fama le precede desde el primer día. Ferrari ha sido genial desde el momento cero, tal es así que su primera unidad para uso popular, en la calle, era un fabuloso misil.
El Ferrari 125 S tiene una historia fascinante: surgió ante la necesidad de recaudar fondos para la producción de los autos de competencia de la escudería y se convirtió en un clásico.
El primer automóvil de calle de Ferrari ya contaba con un motor V12 de 1.5 L, algo descomunal para la época. Increíblemente, este coche inició una historia de gloria para la firma, al darle la primera victoria en una competencia oficial: el Gran Premio de Roma de 1947.
Su forma de torpedo, con líneas fluidas, resalta entre las barrocas aletas, alerones, y frontales recargados y llenos de adornos, tan comunes entonces.
A partir de ese momento, los autos de calle Ferrari, destacan por su exquisito estilo y elegancia además de perfecto rendimiento. La mayoría de los autos de calle de la marca no tienen nada que envidiar a los famosos modelos de competición. Una singular tradición que inició el 125 S.
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