Es imprescindible que conserven siempre al menos el 75 % de sus piezas
y componentes originales. Si cumplen con estos requisitos, después de
un análisis profundo, en muchos países los autos clásicos son marcados
con una placa azul.
Además
de su originalidad, los aspirantes al apelativo de “clásicos” son
evaluados por un club de automovilismo. Para pasar la prueba de fuego la transmisión (caja, clutch), el chasis (suspensión, frenos, amortiguadores), las ruedas, la carrocería, la tapicería y el motor, deben encontrarse en muy buen estado.
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